top of page

¿Qué es la latencia y qué necesitan los niños y las niñas a esa edad?

Ámbito Diario Argentino

6 de Noviembre de 2021

Flor nota prensa 16.png

La latencia es un período en el cual los padres empiezan a observar cambios en sus hijos, no solo con relación a su comportamiento y a su cuerpo (¡suelen sorprenderse de lo grandes que parece que se han vuelto de un momento para otro!) sino también respecto de sus vínculos y sus intereses. Sigmund Freud llamó latencia a lo que comúnmente se conoce como preadolescencia y que se ubica entre la primera infancia (aproximadamente hasta los 6 años) y la adolescencia.

Ahora bien, ¿por qué llamamos a este período “de latencia”? Básicamente porque se presenta como un período de aparente calma. Hasta entonces, los padres están acostumbrados a recibir una mayor demanda por parte de sus hijos y progresivamente esa necesidad de atención va decreciendo hasta llegar a un período en el cual parecen haber ganado muchísima autonomía. Es cuando suele aparecer la frase “ya no me necesita tanto”, que tiene una pincelada de nostalgia.

En la latencia la personalidad del niño ya se ha conformado y muchas de las preguntas que formaron parte de su infancia ya encontraron sus respuestas. El impulso por investigar y la curiosidad constante le dan paso a un período que coincide con el inicio de la escolaridad y en el cual se encuentra mucho más abierto a conocer el mundo a través de lo que otros le presentan.

En este período el niño se encuentra más orientado como ser social, convive mucho más fácilmente en contextos institucionales, sociales y grupales sin conflicto y controla aquellos impulsos que suelen ser sancionados por terceros, alcanzando una armonía en sus vínculos, en las relaciones con sus pares, con sus amigos y con su familia.

También en esta etapa sucumben muchas expresiones de su sexualidad infantil por la adquisición de diques morales como el asco, la vergüenza y la moral, siendo que cosas que hace un tiempo le causaban gracia (como chistes escatológicos) ahora no solo lo sonrojan sino que además le avergüenzan en terceros. Se trata de un período en el cual los preadolescentes se preparan para enfrentar los cambios y desafíos que implica la adolescencia. Comienzan a aparecer intereses mucho más fuertes, empiezan a expresar elecciones respecto de lo que quieren hacer, de cómo quieren orientarse.

 

Es habitual que en esta etapa aparezcan gustos más definidos (deportivos, artísticos, musicales). Los vínculos con pares ya no son con todos por igual, suelen afianzarse algunas amistades.

En lo que respecto a lo lúdico, el juego reglado se despliega para pasar a ser una herramienta recreativa y de desarrollo sumamente potente y, por el grado de madurez que el niño ha adquirido y por tratarse de una etapa de transición, es un momento de muchísimo valor para enriquecer los espacios compartidos y las instancias de diálogo con los padres para poder generar las condiciones que faciliten el acceso del “ya no niño” a la adolescencia.

Lo que las niñas y los niños necesitan a esta edad es que podamos acompañarlos en el tránsito a lo que será la adolescencia ayudándolos a afianzarse en sus vínculos y en sus elecciones. Por otro lado, teniendo en cuenta que la adolescencia suele ser una etapa en la que muchos padres encuentran dificultades para hablar con sus hijos, la preadolescencia puede ser un buen momento no solo para generar espacios de diálogo sino también para facilitarle todos aquellos referentes con quienes podrán hablar cuando lo necesiten y no quieran recurrir al diálogo con los padres.

Psicoanalista, Emprendedora, Socia fundadora y directora de Désir Salud.

Para ver la nota completa: https://www.ambito.com/lifestyle/adolescencia/que-es-la-latencia-y-que-necesitan-los-ninos-y-las-ninas-esa-edad-n5312041

bottom of page